Julia de Burgos










Julia Constantina Burgos García nació el 17 de febrero de 1917 en Carolina, Puerto Rico. Murió el 6 de Julio de 1953 en Manhattan, Nueva York a los 39 años de edad a causa de una Neumonía. Julia era la mayor de trece hermanos y la única qué cursaría estudios secundarios. Obtuvo su título de magisterio en la Universidad de Puerto Rico a los 19 años de edad. Su amor por la literatura la llevo a escribir poesía. Burgos publico tres colecciones de poemas. Para sus dos primeros libros viajó por toda la isla y su tercer libro fue publicado en 1954. En 1934 trabajo en la PRERA (Agencia para la Rehabilitación Económica de Puerto Rico) en Comerío, como empleada de estación de leche, lugar en que los niños de familias pobres recibían desayuno gratuito. En 1934 contrajo nupcias con Rubén Rodríguez Beauchamp. Trabajó como maestra en una escuela rural en el Barrio Cedro Arriba de Naranjito en 1935. A partir de ese año comienza a publicar poemas en revistas y periódicos de la época como El imparcial y Alma Latina. Burgos conoce a Luis Llorens Torres quien respaldó su producción poética y la incluye junto a Gabriela Mistral, Juana de Ibarbourou y Alfonsina Storni en un ensayo sobre poetas hispanoamericanas.

La obra poética de Burgos se recoge en tres libros: Poema en veinte surcos (1938), Canción de la verdad sencilla (1939) y El mar y tú (1954); aunque hay otros poemas que no figuran en esos libros porque se publicaron en periódicos y revistas o que la poeta regaló a las amistades y éstas a su vez las dieron a conocer luego de su muerte. El primer libro aborda una temática variada y algunos de sus poemas se vinculan con la experiencia amorosa. Uno de sus poemas más conocidos “Río Grande de Loíza” presenta la experiencia amorosa del sujeto femenino que personifica al río.

Para 1938, año de la publicación de su primer libro, Burgos estaba separada de su marido. En noviembre de ese mismo año llega a Puerto Rico el médico dominicano Juan Isidro Jiménez Grullón para dar unas conferencias. Burgos lo conoce en el Ateneo Puertorriqueño donde Jiménez Grullón se presentó. Allí la poeta le pide que lea su libro para que le dé su opinión al respecto. Aquel momento fue crucial para Burgos porque quedó enamorada de quien se convertiría en el amor de su vida. Luego de varios encuentros comienzan a convivir en Puerto Rico. Él viaja a Nueva York en 1939 y ella lo sigue. Posteriormente, en 1940 se trasladan a Cuba.

Esa relación le permitió a Burgos escribir su segundo libro que se publica al año siguiente. El mismo contiene 33 poemas dedicados a la experiencia amorosa. Este libro concluye con un poema que lleva el mismo título del libro; aquí la voz femenina expresa la unidad que logra con el sujeto amado. La primera parte del tercer libro continúa la temática amorosa. Aquel río amante deviene en mar. No obstante, se advierte la desintegración de esa experiencia. La relación con Jiménez Grullón no llegó al matrimonio que tanto quería Burgos. La presión de la familia que no aceptaba a Burgos le impidió tomar esa decisión. El 19 de junio de 1942 Jiménez Grullón la abandona y le da el pasaje para que ella regrese a Nueva York. La desesperación se apodera de sus versos, la tristeza y el deseo de la muerte sustituyen la alegría y la pasión. Aunque contrajo nupcias por segunda ocasión, no pudo superar la crisis de la ruptura con Jiménez Grullón. En Estados Unidos, colabora en la Revista Pueblos Hispanos junto al poeta Juan Antonio Corretjer y escribe varios poemas en inglés.

Julia de Burgos marca un momento importante en la literatura puertorriqueña ya que escribe sobre una experiencia íntima de la cual solo el hombre podía abiertamente expresar, lo cual no era común en la mujer. Su poesía es una manera de exigir justicia hacia los marginados y la igualdad con el sujeto masculino. El segundo movimiento feminista que surge en la década del 70 (siglo XX) retoma la figura y la obra de Julia de Burgos para fortalecer su lucha por nuevos derechos. A partir de ese momento, poetas y narradoras como Olga Nolla, Rosario Ferré, Vanessa Droz, Ángela María Dávila, entre otras más escriben sobre diversos temas, uno ellos la experiencia amorosa, para expresar su sentir y también para exigir la igualdad.
 
 
 

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