NO HAY ABANDONO





Se ha muerto la tiniebla en mis pupilas,

 desde que hallé tu corazón

  en la ventana de mi rostro enfermo.

 
 ¡Oh pájaro de amor,

 que trinas hondo, como un clarín total y solitario

 en la voz de mi pecho!

 No hay abandono...

 ni habrá miedo jamás en mi sonrisa.

 
 ¡Oh pájaro de amor,

 que vas nadando cielo en mi tristeza...!

 Más allá de tus ojos

 mis crepúsculos sueñan bañarse en tus luces...

 
 ¿Es azul el misterio?

  Asomada en mi misma contemplo mi rescate,

 que me vuelve a la vida en tu destello...



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